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De lápidas a leyendas: explorando la historia de los cementerios

11 Diciembre 2023
compromiso de aurens

El lugar y la forma en que se daba destino a un ser querido cuando fallecía ha ido variando a lo largo de los siglos, adaptándose a la época, la cultura y las tradiciones. En España no siempre han existido los cementerios tal y como los conocemos ahora. Hoy en Aurens te contamos la historia de los cementerios y dedicamos un apartado a la interesante historia de cementerio de Aurens Ibiza.

 

Orígenes y evolución de los cementerios

Las creencias, religiones, culturas, ideologías e incluso modas ligadas a cada época han marcado la relación del ser humano respecto de la muerte y eso ha tenido una influencia directa en cómo se trataba a las personas cuando fallecían.

Igual que en el antiguo Egipto existían las pirámides y los sarcófagos, los primeros cristianos enterraban a sus seres queridos en las catacumbas. La historia del cementerio, tal y como lo conocemos, se remonta al emperador romano Constantino, que en el año 323 proclamó el cristianismo como religión oficial, lo que propició que los enterramientos ya no tuvieran que ser clandestinos ni subterráneos.

Se empezaron a construir las primeras tumbas en superficie y las personas empezaron a pagar para que, en el momento de su muerte, se les enterrara cerca de lugares sagrados, es decir, junto a las iglesias.

Sin embargo, este tipo de enterramiento intramuros planteó un problema de espacio e insalubridad durante la Edad Media. El crecimiento de la población, las reducidas ciudades amuralladas y el hedor por la ‘convivencia’ de los vivos con sus seres queridos fallecidos hizo plantearse un cambio en este modelo de enterramiento.

 

El cambio en la historia de los cementerios en España

En la historia del cementerio en general, las condiciones de estos espacios pasaron a ser un tema de salud pública en el siglo XVIII, con Francia como principal ejemplo.

En España hay un acontecimiento que da lugar a un cambio: la epidemia de peste del año 1781 surgida en Pasajes (Guipúzcoa). A raíz de esto, Carlos III solicitó informes sobre cómo estaban afrontando los gobiernos esta situación en otros puntos de Europa.

Entonces, el rey decidió construir el cementerio del Real Sitio de San Ildefonso, en 1784, con un reglamento para evitar nuevos problemas. Fue el primer cementerio civil de España.

En 1787 se promulgó la Real Cédula, que prohibía los cementerios intramuros y establecía una distancia mínima para construirlos fuera de poblado, así como unas condiciones de ventilación, la necesidad de cercado del espacio y la inclusión de una capilla en el interior del recinto.

El problema fue que muchos pueblos se negaron a seguir la nueva normativa impuesta por el monarca y, con las malas condiciones higiénicas de la época, volvieron a producirse brotes de enfermedades como la fiebre amarilla.

Hicieron falta varios cambios legislativos posteriores para encauzar la situación. Se tomaron medidas como que los sacerdotes fueran los únicos con llave de los cementerios, hasta que se aprobó en 1870 la Ley de Registro Civil, que estableció que el juez era el encargado de expedir la licencia de sepultura gratuita y, sin ella, nadie podía ser enterrado. Y con esta nueva ley surgió también el certificado médico de defunción, se estableció como delito la profanación de tumbas y se consideró la muerte en España como un derecho civil.

 

Dos años más tarde, se reguló la construcción de cementerios para personas que no profesaban la religión católica, pero la normativa y los cambios continuaron, adaptándose a la ideología y a los avances de cada época.

Hoy en día, la historia del cementerio nos presenta los camposantos como servicios que prestan las administraciones locales, que forman parte de nuestra identidad y que son lugares de respeto para honrar y recordar a nuestros seres queridos.

 

Historia del cementerio de Aurens Ibiza

La historia de cementerio de Santa Eulària des Riu, en Ibiza, cambió cuando Aurens se hizo cargo de su gestión.

En este espacio contamos con el único equipamiento funerario de la isla que puede ofrecer servicios funerarios, tanatorio y crematorio en el mismo recinto.

Es una prueba de cómo han ido evolucionando los cementerios en nuestra historia más reciente y de cómo se pueden aglutinar servicios funerarios muy diversos con las mejores condiciones, teniendo en cuenta todas las necesidades de las familias y siendo sensibles a todo tipo de culturas, religiones o tradiciones.